El clásico

Posted: 11 de abril de 2010 by foodgol in Etiquetas:
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El partido de las mil preguntas se cerró con dos grandes respuestas. El Barcelona es un equipo en el que da igual quién juegue, siempre y cuando Xavi y Messi estén en el 11. Y el Madrid es un grupo de amigos, con gran calidad, que como en los partidos de solteros contra casados, rinden y se lucen contra rivales de menor empaque.

A partir de estas dos respuestas, se pueden deshilar otras muchas. Como por ejemplo, el hecho de que Guardiola confía tanto en su equipo en general,  que se da el lujo de dejar a Iniesta en el banquillo, como desconfía de Henry en particular, Alves fue quién jugó de extremo derecha.
 
En el Madrid la cuestión es la contraria, el equipo se entiende imaginando las ausencias de algunos jugadores. No se trata de decir que el Madrid es Cristiano, Alonso, Casillas y ocho más, sino de preguntarse ¿Qué pasaría si algún día faltasen los tres? Ayer se vio claro que tiene un medio campo carente de creatividad, que no de calidad, que depende en exceso de la solución fácil que es; “le damos el balón al bueno, y a ver qué hace”. Y es que en eso se resume la primera parte ofensiva del Madrid, balón en el medio campo, pase al portugués y todos a correr en estampida en dirección a Valdés. Sin tejer jugada, sin desordenar al contrario. Velocidad pura, físico, y confianza en la pegada.
 
El Barcelona se mostró seguro, presionado, si, pero siempre buscando la salida jugada. Ese rondo de memoria, que se intenta, normalmente con éxito, hasta que sale. Y cuando lo hace, siempre genera desorden y cansancio en el contrario, y ocasiones a sus delanteros.
 

La resolución del partido, empieza a entenderse desde el control de Piqué sobre Ronaldo, al que a estas alturas, es evidente que se le atraganta el equipo catalán. Continúa en el temple de Xavi, curtido ya en decenas de clásicos, y acaba en la imprevisibilidad de Messi. Un tipo que sale airoso de más del 70% de los regates que intenta, lo mismo aparece por la derecha, la izquierda, con un regate en corto, o como ayer, con un control orientado con el pecho dentro del área del rival. ¿Y el Madrid? Sin plan B. Con Cristiano controlado, e Higuaín sin recibir balones, solo quedaba esperar a ese balón suelto, ese rebote en el área, ese córner bien ejecutado, o esa falta a media distancia… Es decir, acabo el partido con Raúl, un experto en cazar goles que nadie más ve.
 
El resultado parece dejar claro el destino de la Liga. Cuando ambos equipos apenas han fallado esta temporada, 4 puntos de 21, son muchos. Habrá que ver además, como cae en el ánimo de los merengues, el mazazo de perder un partido que la prensa daba por ganado.
 
Y en cuanto al futuro de ambos equipos. El Barça deberá pasar un examen más, el Inter de Mourinho y Eto’o. Aunque a estas alturas, ya nadie se atreve a dudar del equipo de Guardiola. El Madrid por su parte,  tiene ante si algo parecido a una travesía en el desierto, a falta de títulos que echarse al coleto, la prensa empezará a hablar (como ya ha hecho) de posibles sustitutos y nuevos fichajes. Un año después, la historia se repite. La pregunta ahora es ¿Hay otro Cristiano Ronaldo que pueda ilusionar a la afición madridista?

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