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Partido de tópicos en Old Trafford.
Se dice que los ingleses van a la guerra como si fuesen al futbol, y juegan al futbol como si fuesen a la guerra. Y así fue. En siete minutos, el Manchester había desmontado al equipo de Louis Van Gaal. Primero fue Gibson desde fuera del área al minuto 3, y después Nani de tacón en el área pequeña, a pase de Valencia en el 7’. El Bayern hacía aguas, y el Manchester parecía querer dejar claro, que hay un contrapoder al Barcelona en Europa.
El anuncio de la alineación de Rooney, había animado a la hinchada inglesa, pero ni en su sueño más húmedo, habían imaginado un panorama así. Los alemanes parecían desorientados, y le costaba superar la telaraña del centro del campo que había organizado el Manchester. Al minuto 41’ parecían confirmarse las expectativas del inicio. Balón profundo de Gibson para Valencia, que tenía una autopista en la banda derecha. Centro que cruza el área, y Nani, solo, no se lo piensa y pone el 3 a 0 en el marcador. El gesto del árbitro Nicola Rizzoli al señalar el gol, parecía decir a los jugadores del ManU “¿Les envolvemos la semifinal, o se la llevan puesta?”. Ya no era un sueño húmedo, era porno duro.
Pero hay otro tópico en el fútbol, y es que, nuca, nunca, nunca, hay que dar por muerto a un equipo alemán. El Bayern llevaba 41 minutos sin jugar a gran cosa, pero solo necesitó 2 minutos de desconexión de los ingleses (blando Carrick en la pelea con Olic) para marcar. Enésima pelea de Olic, balón suelto, y remate ajustado al poste izquierdo de Van der Sar. Los babareses, plantaban el 3 a 1 antes del descanso.
Para la segunda parte, Van Gaal, decidió sacar a Muller por Mario Gómez, la chispa que lo cambió todo en la ida. Cinco minutos después, Rafael pecaba de inocente, y Ribery le sacaba la segunda amarilla. Al Manchester le quedaban 40 minutos por delante para defender un gol de renta, se quedaba con 10 y en frente tenía a 11 tipos testarudos, con el escudo del Bayern de Múnich en el pecho. Mal asunto.
Peor aún cuando en el 55’, Rooney, renqueante desde hacia varios minutos, se retiraba, dejando su puesto a John O’Shea.
Peor aún cuando en el 55’, Rooney, renqueante desde hacia varios minutos, se retiraba, dejando su puesto a John O’Shea.
A partir de ese momento, Robben se echó al equipo a la espalda, a la vista de que Ribery debía tener algo más importante que hacer. Como por arte de magia, el Manchester se convirtió en un equipo de medio pelo, con dos tipos rápidos por las bandas. Se olía el gol del Bayern, pero nadie esperaba que llegase de un modo tan espectacular. Córner que sirve Ribery desde la derecha, y Robben la empalma de volea en la corona del área. Gesto plástico, golpeo ajustado, y un gol precioso. Un gol, que hace unos años solían firmar Beckham y Scholes para el Manchester. Minuto 74, y los ingleses fuera de unas semifinales.
Fergie tocó arrebato, Berbatov y Giggs a escena, Carrick y Gibson fuera. Pero el Bayern tiró de oficio, escondió la pelota, y supo no sufrir demasiado. De algo sirve tener en tu medular a un tipo como Van Bommel, que puede que no defienda muy bien, ni sea un gran creador, pero tiene jerarquía. Ribery decidió conectarse, y durante unos minutos emuló a Best por la izquierda.
Final del partido. Una vez más, el Bayern ha sorprendido a un Manchester que ha dejado la sensación de ser mejor, pero no ha sabido cerrar dos partidos que parecía tener controlados.